Blogs

6 de enero de 2025

La Producción del Remake de Nosferatu de Robert Eggers

Descubre cómo Robert Eggers reinventa el clásico Nosferatu con una recreación histórica y técnicas innovadoras, transformando cada detalle en arte cinematográfico.

Pocos remakes generan tanta expectación como el Nosferatu de Robert Eggers. Conocido por su talento para recrear atmósferas históricas en The Witch y The Lighthouse, Eggers promete dar nueva vida al clásico de 1922. Jarin Blaschke, el productor de Nosferatu, explica en la revista Definition que el proyecto se pensaba hacer en 2016, pero se retrasó debido a desacuerdos creativos.

La elección de espacios

El remake de Nosferatu es mucho más que una simple recreación. Eggers ha puesto el foco en capturar la esencia del expresionismo alemán mientras aporta una perspectiva contemporánea. La producción combina locaciones históricas con sets meticulosamente diseñados.

El objetivo era recrear Alemania en el siglo XIV, que requería crear los interiores desde cero, ya que en la ciudad no hay ningún bloque completamente preservado. El equipo transformó una pequeña ciudad alemana en un escenario que evoca el mundo sombrío del original, complementado con un castillo rumano que intensifica el misterio y la sensación de terror. 

Robert Eggers empezó a buscar castillos aptos para la grabación en 2016, cuando la pátina daba al espacio un ambiente sobrio. Pero, al retomar la grabación del proyecto, muchos castillos habían estado restaurados y el interior lucía limpio y recién pintado.

Iluminación: Clave para el Terror

La iluminación es uno de los pilares de la producción de Nosferatu. Inspirada en las sombras dramáticas del cine expresionista, Eggers utiliza fuentes de luz naturales y artificios técnicos para crear planos que parecen pinturas vivientes.

Los planos iluminados con la luz lunar son un gran desafío, ya que es difícil crear una iluminación verosímil que no sea demasiado oscuro. Blaschke asegura que Eggers no graba con luz natural para escenas de día, por eso creó un sistema de espejos para generar una fuente de luz distante y realista. Añade: 

“Usamos espejos convexos para dispersar la luz, lo que lo hace más difícil porque reduce ópticamente la fuente. [...] Es un atajo para cuando no puedes alejar lo suficiente la fuente para que sea tan dura como deseas.”

Desafíos en el rodaje

Robert Eggers es conocido por su meticulosidad. Este director no solo supervisa cada aspecto técnico, sino que también se involucra en decisiones artísticas como el diseño de planos y la coreografía de las escenas. 

Un problema en el rodaje empezó con la ambientación del castillo, que requería 5.000 ratas, aunque se necesitaban 20.000 para llenar la habitación completamente. Se usaron alfombras que simulan ratas y el resto se añadieron en postproducción. 

El rodaje duró 65 días y optaron por grabar con una Arriflex ST, que ayudaba con la estética para respetar la obra de F. W. Murnau. Para captar la mayor luz posible, se usó una lente de alta velocidad, creada por Dan Sasaki. Aunque no está filmada en blanco y negro, la paleta de colores está cuidadosamente controlada para reflejar el espíritu del original.  En lugar de depender de técnicas modernas como tomas aéreas excesivas, Eggers utiliza movimientos suaves y transiciones naturales que evocan una sensación clásica.